domingo, 27 de marzo de 2011

Receso de Módulo Social, regreso en Junio a Las Amapas




Receso de Modulo Social, regreso en Junio a las Amapas



Hoy día domingo 27 de Marzo, fue un día muy productivo en nuestra labor de Módulo Social en la Colonia Las Amapas, de Villa Juárez. Desde muy tempranito dejamos la ciudad para dirigirnos por carretera rumbo a la comunidad acostumbrada. Por el camino comentábamos algunas cuestiones: La cama calientita y la familia que se queda en casa, algunos compañeros no tienen tiempo de desayunar y se van en ayunas, pero el deber ineludible nos llama, nuestro compromiso de salir al campo los fines de semana, el receso del módulo, hoy fue el último día del bloque de 16 sesiones con nuestros pacientes, (nos faltan cuatro para terminar el Módulo Social)

Debemos volver a las aulas el próximo fin de semana, para regresar nuevamente a Villa Juárez a principios del mes Junio. Pensabamos tambien en la preparación del cierre final del módulo que termina precisamente a finales de Junio, o sea en este tiempo concluimos nuestra responsabilidad de realizar las 20 sesiones que establece el programa. Comentabamos también sobre las experiencias con nuestros pacientes, y observando en el camino, cómo los primeros rayos del sol bañaban las hojas de los árboles como una hermosa promesa de luz y de vida, también para la humanidad doliente.

¡Adoro respirar el prana mañanero mientras observo cómo se cuelan los primeros rayos del sol, a través de las copas de los árboles!, para mí, siempre es y desde niña, siempre ha sido un espectáculo maravilloso. Amaneció hermoso el día... sí; el día de mi cumpleaños, (nadie lo sabía, pero yo sí).

Llegamos a Villa Juárez, el sol abandonó la colina y brilla allá en lo alto, majestuoso e hidalgo, anunciando el despertar de la conciencia de todos los moradores del pueblo. Los tradicionales tianguis de Villa Juárez ya lucen en enormes filas, repletas y cargadas de mercancías diversas que están a la venta, el mercado, los restaurantes, las fondas de alimentos, la plazuela y las calles están ya llenos de gente indígena de diversas etnias, es temprano aún pero los camiones y tranvías tropicales están llegando de otros campos y lugares más lejanos, transportando personas que se dirigen al pueblo a realizar sus compras para la semana.

Atravezamos el lugar fascinados por tantas cosas que hay que ver, no se cansa uno de tantas cosas que hay que ver en los tianguis formales e improvisados, es domingo, y Villa Juárez viste sus mejores galas para recibir a propios y extraños en sus calles, pero el objetivo de nuestro viaje no es turistear, sino ir a trabajar a la Col. Las Amapas, a donde nos dirigimos para empezar tempranito nuestra labor.

Al llegar a la casa de Asambleas (lugar donde nos concentramos siempre al llegar a las Amapas), lo primero es lo primero, pasar la lista de asistencia de todos los alumnos del módulo y verificar que no falte nadie, o esperar a que lleguen, los compañeros que aún no llegan. Enseguida recibir (en rueda informativa), las indicaciones de nuestro asesor, el Dr. Mario Carranza Aguilar, organizarse en los equipos sobre dudas y pendientes que haya de elaborar, etc. y dirigirnos hacia los hogares que vamos a visitar.

Continuamos dando seguimiento al proceso que se lleva con cada paciente, (cada caso es distinto), algunos compañeros están aún aplicando pruebas y cuestionarios, otros ya terminamos e implementamos la forma de trabajar con todos los elementos que componen la entrevista motivacional. Este proceso lleva tiempo, el avance es gradual, puesto que hay que ir vigilando si el paciente realmente está efectuando cambios en los hábitos y costumbres que más le afectan en su diario vivir, o en su estilo de vida, sobre todo aquellos que padecen diabetes, observar si realmente le están siendo útiles las técnicas y prácticas que les hemos enseñado, como por ejemplo a respirar diafragmáticamente, a relajarse, a concentrarse, a autoregular su enfermedad con la que tienen que aprender a vivir el resto de su vida.

Es evidente cuando un paciente ha empezado a realizar cambios favorables en su conducta, se ve y se siente, principalmente en su aspecto o aliño personal, se preocupa por su aseo diario, por su presentación y también por el de su entorno, es decir, siente ánimos de agarrar la escoba y dejar limpia su casa,(aunque no vayamos a llegar nosotros), ¿Qué importa eso?, ellos sienten deseos de regar sus plantas, poner bonitos los jardincitos, pintar las bardas aunque sea con cal, y hasta preocuparse por poner pequeños huertos familiares en su hogar, ¡Qué hermoso se siente cuando alguien se pone a sembrar jitomates o cebollita verde o cilantro en las macetas de su casa!, o qué emocionante es ver cuando nuestros pacientes con mucha ilusión nos comunican: ¡Ya parió la pata, tuvo 9 patitos!... Y hasta nos los enseñan.

¡Es genial que nos compartan su alegría y su entusiasmo! Es muy grato observar cuando nuestros pacientes, aprendieron a preocuparse por ser puntuales en la ingesta de sus medicamentos prescritos por su médico, ya tienen más cuidado con la selección de sus alimentos porque saben que es la fuente de donde se nutrirá su salud, ("la gasolina con la que camina el carro", como yo les digo coloquialmente, jaja, y que el cuerpo realmente es como un vehículo donde vive y habita nuestro Ser, y que si no lo cuidamos, ¿a dónde entonces nos vamos a ir a vivir?)

¡Qué bonito se siente cuando uno ve que nuestros pacientitos ya toman en cuenta todos los pequeños detalles que constituyen su bienestar familiar, inmediatamente se siente el cambio, la limpieza, y la armonía en el ambiente, y por si ésto fuera poco, se puede constatar físicamente en la misma sonrisa con que nos reciben nuestros pacientes cuando llegamos a sus hogares.

¿No es ésto glorioso? Sea pues, que todo continúe bien Dios mediante, y por allá estaremos retomando nuestra labor social el próximo mes de Junio.

Ya de regreso a la ciudad, siendo alrededor de las 2:00 de la tarde, pues a buscar la comida tan merecida, (jeje), por allá nos invitó el profe Mario a conocer el negocio de Don Beto en Villa Juárez, nos llevamos la grata sorpresa de probar un caldo "levantamuertos", wow... ¡Sí Señor!...¡Como para chuparse los dedos!, la riquísima Birria de Cabrito, tipo Sinaloa que prepara Don Heriberto Montoya Zamora y su señora esposa, la guapísima doña "Mirna" (propietarios de la Birriería "Don Beto"), donde comimos riquísimo con tortillas recién salidas del comal y la excelentísima atención de los dueños y su familia, ya que nos atendieron como reyes y hasta nos agasajaron con una estupenda salsita (en molcajete de piedra), de chile michoacano, picosísima pero super-sabrosa y unas tostaditas con asientos, mhhh, suculentas.

Así que para nuestros amables lectores, si desean ir a la Birria de Don Beto a Villa Juárez, aquí les dejamos su número de celular ¿por qué no? (6671) 67 94 19.






Hasta la próxima amigos, saludos cordiales.

Doral.

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