domingo, 29 de agosto de 2010

Los Celos (Autor: Dr. Carlos Varela Nájera)



Los Celos
(Autor: Dr. Carlos Varela Nájera)

Los celos rompen el frágil equilibrio que sostiene el sujeto, generando puntos de fuga libidinal que debilitan lo psíquico del sujeto enfermándolo. Los celos son la historia del dolor y sufrimiento, encierran depresiones y melancolías, pero también ímpetu y empuje, deseos de destruir a otros. Pero estos mismos celos generan una víctima: Quien los padece, el celo marca e impone las novelas de la cotidianidad, cada día para el celoso es un capítulo de una novela no escrita, la escribe con pasión, no sería ilógico plantear que desde la infancia los celos que se dirigen hacia el objeto amado se transforman en su meta inhibida en pasión.

Para el discurso marxista, los celos evidenciaban el carácter burgués que coarta el entusiasmo revolucionario. Para René Descartes, los celos son esa especie de temor, que sólo soy celoso cuando puedo perder una pertenecia, bajo esta lógica es cierto, pero hay otros elementos propios de los celos que se irán analizando en el trayecto de este curso.

Sigmundo Freud, el padre del psicoanálisis, menciona que los celos pertenecen a los estados afectivos que pueden ser calificados de "normales", al igual que el duelo, pero dice Freud que a menudo se guardan en secreto. El celoso se encierra en una lógica obsesiva; el otro (partenaire, o pareja) le es infiel, y por lo tanto tiene que lavar su orgullo, su honor, hasta con sangre.

Los celos están anudados a un goce, por lo que hay de exceso, sin embargo, podrían estar cobijados por lo real, sirviendo de contención y formando un nudo entre lo real y lo imaginario. en ese sentido, cumpliría el celo una función de suplencia; suplencia del Nombre-del-Padre, porque en la infancia es el Padre el que desencadena los celos al ser un padrote dueño de la Madre, en ese instante se vive el celo como tragedia.

Caín y Abel actuaron por celos, lanzando a Caín a la paranoia, vemos que todo celoso confunde sus fantasmas con la realidad, en los celos está infiltrada la mirada, pero como engaño imaginario, es más como señuelo que viene a propiciar una prueba de realidad sesgada, generando un juicio de atribución adverso, llevando al sujeto a delinquir, a agredir al otro que imaginariamente se completa en su real de ataque.

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Con mis respetos y cariño siempre,
Doral.

2 comentarios:

  1. Es una verdad que los celos enferman al sujeto, pero también podría implicar un síntoma de este mismo? maravilloso análisis de el Dr. Carlos

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  2. Hola anónimo:

    El síntoma de los celos en el sujeto, no se debe a falta de seguridad como se cree comúnmente, ni a baja autoestima, sino a (digámoslo así), envidia por lo que no se posee o por lo que el otro tiene, según el psicoanálisis del Dr. Freud.

    ¿Que los celos enferman al sujeto? ¡Por supuesto que los celos son dañinos, tóxicos y enfermizos! a veces llegan ser patológicos y un peligro para el sujeto y por ende para la sociedad.

    Muchas gracias anónimo, por pregunta y por su amable comentario.

    Mis respetos,
    Doral.

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