sábado, 16 de abril de 2011

Los tres mundos del Ser humano



Los tres mundos del Ser humano


Se dice comúnmente que el ser humano está sujeto a vivir en un mundo llamado: Tridimensional, o de tres dimensiones; la física lo llamaría: Largo, ancho y alto, que equivale a estudiar las propiedades del espacio, del tiempo y la materia, pero esto implicaría estudiar a su vez a la energía, así como sus interacciones. O también podría constituirse en un estudio de las tres fuerzas primarias de la naturaleza, que son: Protón, electrón y neutrón, sin una de estas fuerzas, no puede haber creación, por ejemplo: Si queremos que funcione bien un foco (bombillo), se necesitaría forzosamente de esas tres fuerzas: corriente positiva, corriente negativa que juntas generan la fuerza neutra que es la que nos daría en este caso, la luz. Lo mismo sucede con el ser humano, éste no puede ser la excepción; el ser humano está constituido por tres elementos: cuerpo, mente y espíritu (o energía).

La integración del ser humano es tridimensional, y esto se puede observar directamente en lo que son las relaciones humanas, y más propiamente dicho, dentro de las relaciones intrapersonales que son desde donde surgen las necesidades propias de cada individuo. Pero veamos: ¿Cuáles serían en este caso los tres mundos del ser humano?, bueno... pues desde este enfoque, esos tres mundos serían:

1.- El mundo biológico
2.- El mundo Social y,
3.- El mundo psicológico.

En el mundo biológico:
Encontramos todo lo concerniente a las cuestiones orgánicas: A la célula, a la molécula, al átomo, al gen, etc. aquí entra abiertamente lo que Isaac Newton llamaría: "Fuerza", o corrientes dinámicas de la fuerza. Los sólidos tienen la capacidad de generar fuerza, y eso lo conoce muy bien la física, la química y la biología. Siempre que nuestro cuerpo realiza un movimiento, este origina una contracción muscular ¿verdad?, entonces la calidad de esta contracción dependerá de la fuerza que seamos capaces de generar. Es decir, la fuerza no es otra cosa que la capacidad que tienen los músculos para contraerse. Por suerte, como cualidad física, la fuerza es la más fácil de desarrollar.

Esta mejora de la fuerza traerá como consecuencia, resultados óptimos para alcanzar nuestras metas y objetivos. Entonces nosotros podemos aprovechar este conocimiento para aprender a manejar nuestro organismo celular, ¿cómo?... ¡Pues conociendo cómo funciona nuestro cuerpo!, qué le falta y qué le sobra, o qué nutrientes necesita más para funcionar mejor. Vamos a ayudarlo a mantenerse fuerte, sano, limpio, desintoxicado y relajado, no estresado. Y aquí es importante visualizar todos los factores que incluyen el mantenimiento: Buena alimentación, ejercicio diario (deporte), ocho horas de sueño y también aprender a regularlo en situaciones de estrés, ocasionado por trabajos bajo presión o por cualquier otra situación de alteración o aceleración.

El mundo social:
Corresponde a todo lo relacionado con los aspectos socioculturales, la sociedad, el entorno en que vivimos, es indispensable ver, observar y darnos cuenta cómo nos estamos relacionando primero con nosotros mismo (intra-relación), y después con los demás (inter-relación). Esto puede ayudarnos a cultivar nuestras redes sociales, a valorar o evaluar, con qué o con quienes nos estamos relacionando menos y con qué personas nos gustaría relacionarnos más.

Una vez detectado el aspecto disfuncional de nuestra deficiente interrelación con los demás, es más fácil de corregirlo. Las relaciones sociales también se dan a través de los grupos, donde siempre, o casi siempre el ser humano busca un lugar de pertenencia y una aceptación. Sin embargo los grupos sociales tienen reglas y hay que sujetarse a ellas. Es importante aquí, darse cuénta cómo se percibe a los demás miembros del grupo y ver cómo somos percibidos por los otros. Esto nos lleva a lograr una mejor integración dentro de las interrelaciones con los demás, a través de la comprensión, la empatía y la aceptación mutua.

El mundo psicológico:
En este tercer aspecto del ser humano, es importante darse cuenta de cómo estamos estructurados mentalmente. ¿Quién soy yo realmente, por qué pienso así, porqué soy así y no como me gustaría ser!... Se puede decir que este es el mundo de las formas. Aquí entran todos los conceptos, la visión, la organización, la planeación, el conocimiento y la integración de nuestros saberes entre otros aspectos, como por ejemplo la percepción. No hay dos personas que tengan el mismo esquema perceptivo porque esto es absolutamente individual, así como jamás se encontrará a dos personas que tengan los mismos rasgos característicos de una misma huella, aunque se adjudiquen a sí mismas que son las perfectas almas gemelas, eso no es así y los hechos hablarán por sí mismos.

En el mundo psicológico podemos darnos cuenta cómo andamos interiormente, sólo es cuestión de echarnos una revisadita brevemente y allí vamos a encontrarnos algunas variables interesantes de observar: La atención, la concentración, la retención de datos, la memoria a corto, mediano o largo plazo, la misma organización de pensamientos y hasta de sentimientos, veamos:

En el apartado de los sentimientos, normalmente estamos tan acostumbrados a involucrar al corazón ¿cierto?, pero a ver... ¿Por qué tenemos que involucrar al corazón cuando hablamos de sentimientos?, si el corazón es sólo un músculo (el más fuerte del cuerpo por cierto), encargado de bombear la sangre al cerebro para que éste la distribuya a todo nuestro organismo a través de venas y arterias. ¿Qué tiene que ver nuestra forma de sentir con todo ese complejo mecanismo de la máquina humana?... ¡El corazón humano es una máquina!, que por cierto nunca deja de trabajar, hasta que morimos. Entonces... ¿Dónde se genera el amor y los sentimientos? ¿Qué es el amor en sí, y qué son los sentimientos?, ¿Porqué cuando hay rupturas sentimentales, inmediatamente después surge la tristeza, la melancolía, la presión y hasta la depresión?... ¿Estos elementos, estarán acaso relacionados con las sustancias que produce el cerebro humano?

En fín, sea cual fuere la respuesta; lo único que nos interesa aquí y ahora es observar directamente cómo están relacionados esos tres mundos o aspectos del ser humano. Nosotros como seres humanos no podríamos vivir sin la energía, y la energía no puede existir sin la materia, es decir, la materia necesita de la energía para manifestarse y viceversa, la energía no se podría manifestar si no existiera la materia, y en ese proceso también se dá lo que llamamos: Interacción o interrelación de una sociedad. Cuerpo, mente y espíritu en perfecta conjunción o comunicación.

Este tema es muy generoso y muy interesante que con mucho gusto nos gustaría ampliar mucho más pero aquí solamente estamos sintetizando aspectos importantes de lo que fue la clase de hoy dentro del aula, bastante completa por cierto, donde hubo dinámicas de grupo super-reactivadoras de ánimos, una práctica de relajación genial que nos cambió la perspectiva del día, y finalmente prepararnos con una exposición de equipos para el día de mañana para concentrar resultados finales de lo que aprendido en la materia. Será divertido continuar en esta tónica de aprendizaje de grupo.

Con mis respetos,
Doral.

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