sábado, 5 de febrero de 2011

Inicia materia Investigación Educativa I, Titular: Dra. Alma Rosa Vázquez Nevárez.



Inicia materia Investigación Educativa I,
Titular: Dra. Alma Rosa Vázquez Nevárez.


La sociedad demanda de las nuevas generaciones de profesionistas, una amplia formación que les permita responder satisfactoriamente a cada una de las necesidades que plantea el cambiante mercado de trabajo. Por tanto, el egresado de la escuela de psicología debe contar con los aspectos teórico-metodológicos en el campo de la investigación educativa para abordar la problemática particular del sistema educativo.

Desde esta perspectiva, la asignatura de investigación educativa, busca a través del adecuado manejo de los diversos métodos utilizados en el campo de la investigación, que el alumno pueda explicar la realidad educativa y además proponer formas de intervención psicoeducativa sustentadas científicamente.

Los objetivos generales son:
1.- El el alumno comprenda la problemática educativa como parte de la investigación social.
2.- Que conozca el estado que guarda la investigación educativa en el mundo, en América Latina, en México y en la localidad.
3.- Que identifique los métodos y procedimientos propios de la investigación educativa y en particular los correspondientes a la psicología educacional y,
4.- Que el alumno desarrolle capacidades intelectuales y actitudinales en favor de la investigación educativa.

La Unidad temática I, que se abordó hoy en clase, nos muestra el desarrollo histórico de la investigación educativa en América Latina y México, recabando la información relevante del Autor Martínez Rizo, que a continuación compartimos con todos ustedes:

La investigación educativa, en el sentido moderno de la expresión, es una actividad relativamente reciente, aunque sus raíces lleguen bastante lejos, como sucede con las ciencias del hombre en general.

En efecto, si bien los fenómenos educativos tienen aspectos que pueden ser estudiados por la física, la química, la filosofía, etc., las ciencias que más fundamentalmente los estudian son lógicamente, algunas de las ciencias del hombre, especialmente la psicología y la sociología.

Hasta hace no mucho tiempo algunos autores hablaban de la educación (en la tradición anglo-sajona) o de la pedagogía (en la tradición alemana-francesa, y en general de Europa Continental) como de una ciencia en sí misma, a la par con la psicología, la sociología, etc., etc., y la concebían como una mezcla de acercamiento empírico, con otros elementos normativos y toda una dimensión práctica o aplicativa.

Por ello, al referirse a lo que hoy se designa más bien como “investigación educativa”, hablaban de pedagogía experimental”

Tal terminología aún subsiste pero, en general, como el desarrollo de las ciencias del hombre y a la vez cada vez más neta distinción entre disciplinas nomotéticas y disciplinas filosóficas, jurídicas y tecnológicas, esa terminología se abandona a favor de lo que estamos utilizando: investigación educativa.

Efectivamente, por una parte y por otra, la pedagogía o educación no es una ciencia en sí misma, sino un objeto de estudio que puede ser explorado por medio de trabajos realizados desde el punto de vista de diferentes disciplinas nomotéticas.

Evidentemente la educación también es objeto de trabajos realizados desde el punto de vista de las disciplinas jurídicas, filosóficas y tecnológicas, pero, en un sentido estricto, en esos casos no se habla de investigación científica en el sentido moderno de la expresión.

Desde algunos siglos atrás diversos educadores, como parte de sus actividades, realizaban trabajos que pueden considerarse antecedentes de las investigaciones educativas modernas; sin embargo, así como las ciencias del hombre, en el sentido moderno de la expresión, son producto del siglo XIX y XX, la investigación educativa en sentido estricto es también de esas fechas.

Se puede considerar que una primera etapa de la investigación educativa llega hasta antes de la segunda guerra mundial, tratándose de de una fase en la que aún no se deslinda del todo el campo de trabajo con respecto a las disciplinas filosóficas y jurídicas y, por otra parte, la investigación no constituye aún una tarea de las dimensiones que adquiriría más tarde.

Una segunda etapa podría contemplarse de finales de la segunda guerra mundial a finales de los años 60’s, cubriendo un espacio de unos 25 años, durante los cuales la investigación educativa se desarrolló en forma vertiginosa, involucrando cantidades cada vez mayores de personas y de recursos, y desarrollando técnicas cada vez más sofisticadas.

Sin embargo, estos avances frecuentemente también tenían debilidades teóricas importantes, y se caracterizaban por un acercamiento ingenuo de tipo positivista, frecuentemente ligado a las corrientes teóricas predominantes en la psicología y la sociología, concretamente el conductismo y el funcionalismo.

Desde finales de los años 50’s, pero especialmente durante los 60’s, el punto de vista positivista, y las corrientes conductista y funcionalistas fueron puestas en tela de juicio con fuerza cada vez mayor por otras corrientes psicológicas y sociológicas, hermenéutico, dialéctico, o racionalista crítico.

Podemos pues, situar una tercera etapa de desarrollo de la investigación educativa, a partir de los años 70’s, como una etapa en la que el desarrollo cuantitativo es acompañado por cuestionamientos de tipo cualitativo y crítico importante.

Por lo que se refiere a la distribución geográfica de la investigación educativa, el mayor número de trabajos, de investigadores, y de recursos de todo tipo, se concentra en una forma netamente desproporcionada en unos cuantos países o regiones.

Al igual que en todos los campos estudiados por las ciencias del hombre, las investigaciones sobre educación fueron iniciadas por estudiosos europeos a finales del siglo XIX y principios del XX, pero el desarrollo de la investigación educativa en Europa se vio frenado en forma sustancial por los conflictos políticos por los que atravesó el continente europeo a partir de 1914, con la primera guerra mundial, hasta 1945, con el fin de la segunda, pasando por la implantación de regimenes autoritarios en Alemana, Italia y otros países, la crisis económica de 1929 y sus repercusiones en Europa y diversos movimientos revolucionarios nacionales.

Por esta razón, el desarrollo de la investigación hasta fines de la segunda guerra mundial fue especialmente importante en los Estados Unidos, que en ese momento concentraban prácticamente la totalidad de los esfuerzos mundiales al respecto con la excepción de algunos trabajos europeos, particularmente en Inglaterra.

Durante el período de 1945 a 1970 la investigación educativa en los Estados Unidos, se desarrolló en forma explosiva, de suerte que, cuantitativamente hablando, la proporción de trabajos americanos siguió predominando en la forma masiva que la caracterizaba antes de la segunda guerra, pero la cantidad de trabajos de buena calidad realizada en algunos países desarrollados de Europa y el resto del mundo se incrementó en forma considerable. Destacan particularmente Inglaterra, Canadá, Australia, Suecia, Bélgica, Alemania y Holanda.

Durante los años 70’s en los Estados Unidos y Europa la investigación educativa entró en una época de crisis, ante los cuestionamientos que las nuevas corrientes opusieron a las corrientes de corte positivista predominantes, y ante el pesimismo que invadió muchos espíritus con respecto a las posibilidades de que la educación pudiera tener efecto realmente trascendentes para corregir o subsanar las deficiencias provocadas por las desigualdades sociales.

La reducción en términos reales de los presupuestos educativos en general y los dedicados a la investigación científica y educativa en particular, ha hecho también que en los últimos años el crecimiento cuantitativo de las investigaciones sea limitado, o aún que se tengan que ver reducidos, a diferencia del período anterior.

Sin embargo, es posible ver mejoras interesantes en la calidad, en parte debido a esfuerzos de las personas que se encuentran en una posición crítica con respecto a las tendencias predominantes anteriormente, y en parte debido a las correcciones que los investigadores de las tendencias predominantes han introducido en su trabajo, como reacción a las críticas de que han sido objeto.

En los países que comenzaron a desarrollar la investigación educativa a partir de los años 60’s y 70’s vieron la continuación de esta tendencia, encontrándose en algunos casos una consolidación significativa, y en otros interrupciones o crisis de la investigación, dependiendo de los contextos político-sociales de cada país.

México, Brasil, Colombia y Venezuela, son casos de consolidación, mientras que Argentina, Chile y Uruguay son casos de crisis e interrupción del trabajo. La investigación educativa también se ha desarrollado en forma significativa en la última década en Japón y España, que a pesar de ser países industrializados no había visto desarrollarse esta actividad.

LA INVESTIGACION EDUCATIVA EN MEXICO.
México es uno de los países en los que la investigación educativa ha comenzado a desarrollarse en forma importante hasta época reciente, llegando a constituir una realidad considerable aunque todavía débil en comparación con la situación de los países desarrollados.

Los inventarios de las actividades de investigación educativa levantados en nuestro país en 1970, 1974, y 1979, así como diversos análisis de los mismos, particularmente los trabajos del Dr. Jean Pierre Vielle, permiten tener actualmente una visión bastante completa de la situación mexicana en este terreno. Podemos distinguir las siguientes etapas:


1.- La primera abarcaría hasta principios de los años 60’s y constituye lo que podríamos llamar la “prehistoria de la investigación educativa mexicana.

En este período, aunque existía un Instituto de Investigación Educativa de dimensión pretendidamente nacional, dependiendo de la Secretaría de Educación Pública, en la práctica no existía investigación propiamente dicha, sino sólo muy modestos –aunque no por eso menos meritorios- trabajos de recopilación e información estadística.

Lo anterior es perfectamente explicable si recordamos que no fue sino hasta después de la segunda guerra mundial cuando el número de científicos sociales mexicanos con preparación académica, generalmente obtenida en el extranjero, comenzó a incrementarse.

Las primeras instituciones dedicadas formalmente a la enseñanza a nivel superior y a la investigación en las diversas ciencias del hombre comenzaron a aparecer en la ciudad de México en la primera mitad de la década de los años 50’s. Las contadísimas excepciones a esta afirmación, como el Colegio de México, no prestaban atención en aquellos momentos a la investigación educativa.

Como ha seguido sucediendo hasta épocas recientes, la investigación educativa mexicana en sus inicios se vio estimulada y reforzada por las aportaciones de algunas instituciones de carácter internacional. Si vemos las fechas de fundación de instituciones dedicadas a la investigación podemos constatar lo anterior: La institución más antigua del país en este terreno, aunque su papel haya sido poco significativo en la realidad, lo es el Instituto Nacional de Investigación Educativa, fundado en 1936 con el nombre de Instituto Nacional de Pedagogía.

Hasta principios de los años 60’s, sólo se habían fundado otras dos instituciones de este carácter, el Centro Regional de Educación Funcional y Alfabetización para América Latina (CREFAL) fundado en 1951 con el apoyo de la UNESCO en Pátzcuaro, y el Instituto Latinoamericano de Comunicación Educativa (ILCE), fundado también con el apoyo de la UNESCO, en 1956.

2.- La segunda etapa del desarrollo de la investigación educativa en nuestro país podríamos definirla comprendiendo la década que va de principios de los años 60’s, a principios de los 70’s, y la podríamos llamar “los inicios”.

En este período destaca en forma indiscutible la fundación por Don Pablo Latapi en 1963 del Centro de Estudios Educativos, que ha sido la institución pionera que más ha contribuido al desarrollo de la investigación en el terreno de la educación en nuestra patria.

Durante esta década podemos encontrar también el surgimiento de algunas otras instituciones o programas orientados a estudios sobre la problemática educativa desarrollados en instituciones abocadas principalmente a otros fines.

Pensamos, por ejemplo, en la Oficina de Recursos Humanos del Banco de México, constituida en 1964, en el servicio Nacional de Adiestramiento Rápido de la mano de Obra en la Industria (ARMO), creado en 1965, y en algunos trabajos del centro Nacional de Productividad, iniciados también en 1965.

En las instituciones de educación superior de nuestro país, la problemática educativa no fue muy relevante durante bastante tiempo, por la separación tradicional entre Escuelas Normales y Universidades.

Sin embargo, a finales del período que nos ocupa, comenzaron a aparecer instituciones preocupadas por la problemática educativa, reflejando la agudización de los problemas que trajo consigo el aumento considerable de estudiantes en las pocas Universidades importantes que hasta ese momento existían, en particular, la Universidad nacional Autónoma de México y el Instituto Politécnico Nacional. Así fue en 1969 cuando se constituyeron en la U.N.A.M. el Centro de Didáctica y la Comisión de Nuevos Métodos de Enseñanza, que posteriormente se fusionarían para dar lugar al Centro de Investigaciones y Servicios Educativos.

3.- La tercera etapa podríamos considerarla comprendiendo desde principios de los 70’s hasta principios de los 80’s y podría llamarse “la consolidación”

En este período, como resultado sin duda, por una parte del incremento de la problemática cualitativa y cuantitativa en el campo educativo y, por otra, del aumento de la capacidad humana en la forma de científicos sociales preparados a niveles de postgrado en las diversas ramas relacionadas con la educación, asistimos a un importante desarrollo de instituciones abocadas a la investigación educativa.

Nuevamente encontramos esfuerzos de varios tipos: Por una parte, esfuerzos gubernamentales especialmente a través de la Secretaría de Educación Pública, pero también por parte de otras dependencias gubernamentales.

Encontramos también trabajos apoyados por instituciones internacionales como la UNESCO y la OEA. En tercer lugar, encontramos trabajos desarrollados en las instituciones de educación superior pública, tanto en las ya existentes como en las que aparecieron en este período. Por último, aunque no en importancia, mencionamos los esfuerzos privados que continuaron desarrollándose.

Una relación cronológica, sin pretensiones de exhaustividad, de las instituciones que surgieron en esta década nos permitirá tener una panorámica más completa de lo que se acaba de decir.

1970:
♣ Se funda el Centro Latinoamericano de tecnología Educativa para la Salud, después transformado en Centro Universitario de Tecnología Educativa para la Salud (CLATES CEUTES), de la UNAM.

♣ Aparece el Centro de Experimentación para el Desarrollo de la Formación Tecnológica (CEDEFT), patrocinado por la OEA, en Cuernavaca.

♣ Aparece el Centro de Didáctica de la Universidad Iberoamericana.



1971:
♣ Se funda el Departamento de Investigaciones Educativas del Centro de Investigaciones y Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional (DIE del CINVESTAV)

♣ Se crea el Centro de Estudios Educativos de la Universidad Veracruzana.

♣ Se constituye el Grupo de Análisis del Sector Educativo. (GASE), con participación de la Secretaría de Educación Pública y otras dependencias gubernamentales.

♣ Se crea el Colegio de Ciencias y Humanidades de la UNAM (CCH)

♣ Aparece el Centro para el Estudio de Métodos y Procedimientos Avanzados para la Educación (CEMPAE)

1973:
Surgen las siguientes instituciones:
♣ Universidad Autónoma Metropolitana (UAM)
♣ Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA)
♣ Colegio de Bachilleres
♣ Dirección General de Coordinación Educativa de la Subsecretaría de Planeación y Coordinación de la S.E.P.
♣ Consejo Nacional de Fomento Educativo )CONAFE)
♣ Centro de Investigaciones Pedagógicas de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM.
♣ Además, comienza la tercera época de la publicación de la Revista Educación del Consejo Nacional Técnico de la Educación (CONATE), indicio de una nueva actividad en este organismo.
♣ Igualmente, al crearse el Cetro de Investigaciones Superiores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (CISINAH), que posteriormente se transformó en el Centro de Investigación y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS), cuenta entre sus programas de trabajo, con uno de Antropología Educativa.

1974:
♣ Se configuran las Unidades de la Universidad Autónoma Metropolitana, creada el año anterior, y aparecen también las Escuelas Nacionales de Estudios Profesionales (ENEP) de la UNAM.
♣ Además, este año ve la aparición de los primeros esfuerzos importantes de la Secretaría de Educación Pública y la Asociación Nacional de Universidades e Institutos de Educación Superior (SEP-ANUIES) para promover la planeación de todas las Universidades Mexicanas.

1975:
♣ Se crea la fundación Javier Barros Sierra, que posteriormente tendría un papel importante en la investigación educativa.

1976:
♣ Aparece el Centro Interdisciplinario de Investigación y Docencia en Educación Técnica (CIIDET), del Sistema de Institutos Tecnológicos Regionales de la S.E.P.

1977:
♣ Se constituyen en la Universidad Autónoma de Aguascalientes, la Dirección General de Planeación y Desarrollo y los primeros Programas de Docencia enfocados específicamente a la educación.

1978:
♣ Aparece la Universidad Pedagógica nacional.

Entre 1978 y 1982, si bien no podemos enumerar, muchas instituciones nuevas abocadas a la investigación educativa que hayan aparecido en ese momento el desarrollo de esta actividad es sumamente considerable, entre las instituciones ya existentes.

En particular, la Secretaría de Educación Pública dio un importantísimo impulso a estas actividades, lo cual se concretó especialmente en el conjunto de estudios patrocinados por el Grupo de Estudios sobre Financiamiento de la Educación (GEFE), trabajos cuyos resultados se publicaron en 1983, constituyendo sin duda alguna el conjunto de volúmenes de Investigación Educativa más importante publicado jamás en nuestro país.

La celebración en 1981 del Primer Congreso Nacional de Investigación Educativa reflejó el extraordinario desarrollo que habían tenido estas actividades, que según los inventarios realizados hasta entonces permitían contar ya con unos 2,000 investigadores educativos en el país.

Otra manifestación del importante desarrollo de estas actividades a finales de los 70’s y principios de los 80’s lo fue la constitución del Programa Nacional Indicativo de Investigación Educativa en el seno del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (PNHE del CONACYT).

Además de apoyar financieramente algunos proyectos, no muy numerosos dado lo reducido del presupuesto, el Programa, impulsado por su vocal ejecutivo y un pequeño grupo de colaboradores desarrolló un trabajo de gran importancia al realizar un diagnóstico de la situación que guardaba la investigación educativa en ese momento y elaborar un Plan Maestro para orientar el desarrollo de la investigación educativa en el futuro. Si bien se trataba de un documento que no tenía fuerza normativa más que para el propio Programa de CONACYT, constituía un excelente instrumento para orientar los esfuerzos de todas las instituciones preocupadas por la educación, para que se evitaran duplicaciones innecesarias, y se centrara la atención en los problemas prioritarios.


4.- A partir de 1982 – 1983, con el fin de sexenio del Presidente López Portillo y el inicio del período correspondiente del Presidente De la Madrid, podríamos situar los comienzos de una cuarta etapa en el desarrollo de la investigación educativa en nuestro país, que podríamos llamar “bajo el signo de crisis”

El extraordinario auge de estas actividades en los años anteriores, además de los factores que ya se han mencionado, también se vio propiciado por la situación económica favorable que vivió el país en esos momentos. La crisis que comenzó a volverse evidente en 1982, y que ha seguido marcando la vida del país hasta el presente, se reflejó de manera inmediata en los recursos financieros que se podrían destinar a la investigación en todos los renglones, y por lo mismo también en el educativo.

Algunas instituciones desaparecieron, y todas las que han podido subsistir se han visto afectadas, teniendo que reducir su personal… y los recursos destinados a los proyectos de investigación.

Como signos concretos de estas dificultades podemos mencionar la desaparición o dificultades por las que atraviesan cuatro de los mecanismos de coordinación que se habían constituido para poner en contacto a las personas e instituciones abocadas a la investigación educativa:

El Programa Nacional Indicativo de Investigación Educativa del CONACYT desapareció. El congreso Nacional de Investigación Educativa celebrado en 1981, que pretendía constituirse en un mecanismo permanente de intercambio, con eventos periódicos de tipo congreso, no pudo ver realizadas sus aspiraciones.

Desapareció también la Dirección de Planeación Educativa de la S.E.P., incluyendo su Departamento de Fomento a la Investigación Educativa, que estaba jugando un papel importante para el impulsote esta actividad en las instituciones federales y en las Delegaciones de la S.E.P. en los estados. Un mecanismo muy ágil que se había desarrollado en el Distrito Federal, Reuniones de Información Educativa, pasa por considerables dificultades.

Si bien es de esperarse que la capacidad humana que se desarrolló en la década anterior permita que la investigación educativa continúe a pesar de estas dificultades, o que pueda florecer nuevamente cuando llegue un momento de mayor bonanza, es de temer que esfuerzos muy considerables y trabajos que habían ya capitalizado una experiencia muy importante desaparezcan o retrocedan considerablemente, con la invaluable pérdida que esto supone para la investigación educativa en el país.

BIBLIOGRAFÍA:
Como es de imaginarse, la bibliografía que se ha generado a partir de este crecimiento de la investigación educativa, es sumamente rica.

Aún delimitando en forma estrecha cualquier dominio específico de estudio, el número de publicaciones relacionadas con él se eleva ciertamente a muchos centenares al año.

Es, por consiguiente, muy importante tener una orientación para poder adentrarse en este inmenso y contrastado país que es la investigación educativa.

En este trabajo se presenta un panorama de la bibliografía básica al respecto. Se incluye visiones de conjunto, panoramas históricos, enciclopedias, diccionarios, vocabularios, bibliografías, etc., pero se limita expresamente a las obras que se refieren explícitamente a la investigación educativa, dejando a un lado conscientemente la amplísima gama de materiales concentrados en una disciplina, y relacionados más o menos directamente con los fenómenos educativo, materiales que abundan particularmente en el campo de la filosofía, la psicología y la sociología.

Si deseas amigo lector, más información sobre este tema, escríbenos y con mucho gusto enviaremos a vuelta de tu correo personal, el material que necesites al respecto.

Con mis respetos,
Doral.

No hay comentarios:

Publicar un comentario