Unidad III
Retrasos madurativos y dificultades en el
aprendizaje
(Autor: Juan F. Romero)
A menudo se oye decir a maestro y a padres que los
escolares “no están maduros”, o que presentan un “retraso en la maduración necesaria” para
iniciar tal o cual aprendizaje. Esto
suele pasar sobre todo con el aprendizaje de la lectura y la escritura. ¿Qué es
lo que se quiere decir con ello? Por un
lado, parece que lo que se indica es que para llevar a cabo con éxito el
aprendizaje en cuestión, es necesario
que en el escolar se hayan producido determinados desarrollos –neurológicos y
psicológicos-. Pero, ¿eso significa que
dicho aprendizaje depende única y exclusivamente de tales desarrollos sin que
la mediación educativa juegue ningún papel?. Por otra parte, cuando se utilizan
este tipo de expresiones ¿Se está queriendo decir que ese aprendizaje solamente
puede tener lugar en un tiempo determinado –un período crítico- , antes o
después del cual es imposible llevarlo a cabo con éxito?
Se podrían hacer más preguntas, pero, en definitiva,
la cuestión principal es, qué se entiende por
maduración cuando se afirma que alguien no está maduro para realizar con
éxito un aprendizaje, y si el retraso en la maduración necesaria es la causa de
la aparición de dificultades en el aprendizaje. A este tema se dedica el
capítulo III: a los retrasos madurativos y a su relación con las dificultades
en el aprendizaje.
1.
Los retrasos madurativos.
Quizás convenga, antes de hacer referencia al
concepto de retrasos madurativos, precisar algunos aspectos sobre las D.A. (dificultades de aprendizaje). En primer
lugar, las DA pueden ser denominadas como generalizadas porque afecten a
casi todos los aprendizajes (escolares y no escolares), y como graves
porque sean varios e importantes los aspectos del desarrollo de la persona
afectada (motrices, lingüísticos, cognitivos, etc.) generalmente como
consecuencia de una lesión o daño cerebral manifiesto, observable, cuyo origen
es adquirido durante el desarrollo embrionario o en accidente posterior al
nacimiento), o bien fruto de alguna alteración genética.
Por último, también se les califica como permanentes ya que el pronóstico de
solución de las DA es muy poco favorable.
En otras ocasiones, las DA son consideradas como inespecíficas
porque no afectan al desarrollo, de modo que impiden algún aprendizaje en
concreto. Ni siquiera se habla de ellas
en términos de leve gravedad (muchas veces ni como DA), y aunque las personas
suelen decir de sí mismas que “no valen” para tal o cual aprendizaje (por
ejemplo, para las matemáticas), o incluso para el estudio en general, no hay
ninguna razón intelectual (de CI, etc.) que las justifique; por el contrario,
la causa suele ser instruccional y/o ambiental con una influencia especial
sobre variables personales tales como la motivación.
Es decir, que se podrían evitar y solucionar con relativa facilidad desde el
punto de vista del análisis técnico psicopedagógico. Finalmente, hay un nivel intermedio de DA,
que es al que se le va a hacer referencia en el presente capítulo, que son
caracterizadas como específicas porque afectan de modo específico a
determinados aprendizajes escolares (como por ejemplo, el de la lectura, la
escritura o las matemáticas), y como leves ya que, además de no entrañar deterioro intelectual, los aspectos
psicológicos afectados son pocos (por ejemplo, el desarrollo fonológico, o la
atención sostenida, o la memoria de trabajo), y sus consecuencias pueden ser
solucionadas mediante intervención psicopedagógica oportuna y eficaz. En ocasiones también suelen ser calificadas con el términos evolutivas,
no sólo porque la perspectiva desde la que se consideran sea de naturaleza
cognitivo-evolutiva, sino porque además el origen se estima que es debido a
retrasos en el desarrollo.
En general, y de una manera muy resumida,
la causa de las DA suele atribuirse a:
a) Condiciones
intrínsecas de la persona que presenta las DA (por ejemplo, la herencia la
disfunción cerebral mínima, o los retrasos madurativos);
b)
Circunstancias
ambientales en las que el desarrollo y/o el aprendizaje tiene lugar (como por
ejemplo, entornos familiares y educativos pobres, inadecuados diseños
instruccionales, etc.)
c)
Una
combinación de las anteriores en la que las condiciones personales son
influenciadas –positiva o negativamente, según los casos- por las
circunstancias ambientales.
Este tema fue expuesto en clase, por el equipo No. 2, compuesto por:
1.- Soto Beltrán Berenice
2.- Cázarez Bodart Jesús Carlota
3.- Rodríguez Carrillo Mara Gyusel
4.- Ávalos Castrejón Beatriz
5.- Nájera Chávez Jassiel Agustín y,
6.- Medina Dorado Giovanna Marisela.
Si deseas obtener esta información completa, solicítala, y con mucho gusto te la haremos llegar a tu correo personal a la brevedad posible.
Hasta mañana amigos,
Doral.
Hola, me gustaria recibir mas informacion sobre retraso madurativo. Tengo un niño de 4 años, he visitado mas de 5 neurologos y todos me dicen cosas distintas. Yo como madre me doy cuenta que mi niño tiene un retaso. Desde ya se lo agradezco, Lorena.
ResponderEliminarMi mail es loremaldonado_2@hotmail.com