sábado, 5 de mayo de 2012

Unidad III, Retrasos Madurativos y Dificultades de Aprendizaje

Unidad III
Retrasos madurativos y dificultades en el aprendizaje
 (Autor: Juan F. Romero)
  
A menudo se oye decir a maestro y a padres que los escolares “no están maduros”, o que presentan un  “retraso en la maduración necesaria” para iniciar tal o cual aprendizaje.  Esto suele pasar sobre todo con el aprendizaje de la lectura y la escritura. ¿Qué es lo que se quiere decir con ello?  Por un lado, parece que lo que se indica es que para llevar a cabo con éxito el aprendizaje en cuestión, es  necesario que en el escolar se hayan producido determinados desarrollos –neurológicos y psicológicos-.  Pero, ¿eso significa que dicho aprendizaje depende única y exclusivamente de tales desarrollos sin que la mediación educativa juegue ningún papel?. Por otra parte, cuando se utilizan este tipo de expresiones ¿Se está queriendo decir que ese aprendizaje solamente puede tener lugar en un tiempo determinado –un período crítico- , antes o después del cual es imposible llevarlo a cabo con éxito?

Se podrían hacer más preguntas, pero, en definitiva, la cuestión principal es, qué se entiende por  maduración cuando se afirma que alguien no está maduro para realizar con éxito un aprendizaje, y si el retraso en la maduración necesaria es la causa de la aparición de dificultades en el aprendizaje. A este tema se dedica el capítulo III: a los retrasos madurativos y a su relación con las dificultades en el aprendizaje.

 1.                 Los retrasos madurativos.

Quizás convenga, antes de hacer referencia al concepto de retrasos madurativos, precisar algunos aspectos sobre las D.A. (dificultades de aprendizaje). En primer lugar, las DA pueden ser denominadas como generalizadas porque afecten a casi todos los aprendizajes (escolares y no escolares), y como graves porque sean varios e importantes los aspectos del desarrollo de la persona afectada (motrices, lingüísticos, cognitivos, etc.) generalmente como consecuencia de una lesión o daño cerebral manifiesto, observable, cuyo origen es adquirido durante el desarrollo embrionario o en accidente posterior al nacimiento), o bien fruto de alguna alteración genética.

Por último, también se les califica como  permanentes ya que el pronóstico de solución de las DA es muy poco favorable.  En otras ocasiones, las DA son consideradas como inespecíficas porque no afectan al desarrollo, de modo que impiden algún aprendizaje en concreto.  Ni siquiera se habla de ellas en términos de leve gravedad (muchas veces ni como DA), y aunque las personas suelen decir de sí mismas que “no valen” para tal o cual aprendizaje (por ejemplo, para las matemáticas), o incluso para el estudio en general, no hay ninguna razón intelectual (de CI, etc.) que las justifique; por el contrario, la causa suele ser instruccional y/o ambiental con una influencia especial sobre variables personales tales como la motivación.

Es decir, que se podrían evitar  y solucionar con relativa facilidad desde el punto de vista del análisis técnico psicopedagógico.  Finalmente, hay un nivel intermedio de DA, que es al que se le va a hacer referencia en el presente capítulo, que son caracterizadas como específicas porque afectan de modo específico a determinados aprendizajes escolares (como por ejemplo, el de la lectura, la escritura o las matemáticas), y como leves ya que, además de no entrañar  deterioro intelectual, los aspectos psicológicos afectados son pocos (por ejemplo, el desarrollo fonológico, o la atención sostenida, o la memoria de trabajo), y sus consecuencias pueden ser solucionadas mediante intervención psicopedagógica oportuna y eficaz.  En ocasiones también  suelen ser calificadas con el términos evolutivas, no sólo porque la perspectiva desde la que se consideran sea de naturaleza cognitivo-evolutiva, sino porque además el origen se estima que es debido a retrasos en el desarrollo.

En general, y de una manera muy resumida, la causa de las DA suele atribuirse a:

a)         Condiciones intrínsecas de la persona que presenta las DA (por ejemplo, la herencia la disfunción cerebral mínima, o los retrasos madurativos);
b)                 Circunstancias ambientales en las que el desarrollo y/o el aprendizaje tiene lugar (como por ejemplo, entornos familiares y educativos pobres, inadecuados diseños instruccionales, etc.)
c)                 Una combinación de las anteriores en la que las condiciones personales son influenciadas –positiva o negativamente, según los casos- por las circunstancias ambientales.

Este tema fue expuesto en clase, por el equipo No. 2, compuesto por:
1.- Soto Beltrán Berenice
2.- Cázarez Bodart Jesús Carlota
3.- Rodríguez Carrillo Mara Gyusel
4.- Ávalos Castrejón Beatriz
5.- Nájera Chávez Jassiel Agustín y,
6.- Medina Dorado Giovanna Marisela.

Si deseas obtener esta información completa, solicítala, y con mucho gusto te la haremos llegar a tu correo personal a la brevedad posible.

Hasta mañana amigos,
Doral.

1 comentario:

  1. Hola, me gustaria recibir mas informacion sobre retraso madurativo. Tengo un niño de 4 años, he visitado mas de 5 neurologos y todos me dicen cosas distintas. Yo como madre me doy cuenta que mi niño tiene un retaso. Desde ya se lo agradezco, Lorena.
    Mi mail es loremaldonado_2@hotmail.com

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