sábado, 19 de noviembre de 2011

Unidad III, Aspectos Básicos sobre la Intervención Comunitaria.


Unidad III, Aspectos Básicos sobre la Intervención Comunitaria.
(Autor: José Fernando Gómez del Campo Estrada)


Con mucha frecuencia la intervención comunitaria se ha orientado directamente a la acción y ha descuidado el abordaje de aspectos como el papel de los valores, las políticas, los datos arrojados por las encuestas de detección de necesidades y la información proveniente de la investigación científica en la formulación de objetivos y programas de intervención.

Generalmente tampoco se toma en cuenta la incidencia de los programas en los diferentes niveles de organización social, por lo que es difícil evaluar su verdadero impacto como herramienta del cambio comunitario. El presente trabajo trata de aportar algunos elementos para incluir éstos, en el diseño y evaluación de dichos programas.

Políticas y Valores en la Intervención Comunitaria:
Como lo señala Buss (1975), las ciencias sociales en muchos aspectos, particularmente en su metodología de investigación e intervención, se han ligado excesivamente a modelos emírico-positivistas que destacan a:
a).- La preeminecia de los hechos objetivos,
b).- La exigencia de comprobación empírica de la teoría a través del uso del "Método científico", queriendo decir métodos experimentales.
c).- La "objeetividad científica", definida por medio de términos como neutralidad y abstinencia, que implícitamente sugieren que es posible prescindir de valores, creencias y políticas en el proceso de aproximarse al conocimiento de la realidad, y,
d).- La búsqueda de dogmas científicos sobre los que se fundamenten la ortodoxia y la ortopraxis.

Sin embargo la práctica ha demostrado ampliamente la necesidad de ampliar (valga la redundancia) estos puntos de vista para sustituir, como dice Rappaport (1977), el interés por entender y controlar, en lugar de optar por el deseo de servir.

El autor nos dice que es importante abandonar los contextos profesionales tradicionales (conocidas como: zonas de confort de los profesionales de la salud mental), para centrarnos en la colaboración con la comunidad en sus ambientes naturales. Además de la información empírica y los métodos de análisis, la intervención comunitaria debe considerar nuestras hipótesis acerca de la persona y de la sociedad, así como los valores que guían nuestro trabajo de manera abierta o encubierta.

La detección de necesidades a nivel comunitario:
Innes y Heflinger (1989), al exponer su modelo de detección y evaluación de necesidades de servicio social, pretenden promover el uso efectivo de los datos de la investigación social en la toma de decisiones a nivel comunitario, a través de una consideración directa de los valores implicados.

Las Ciencias Sociales y las Políticas de Salud Mental:
Heflinger y Dokecki (1985, 1989) al contrastar el enfoque de las ciencias sociales con el campo de la formulación de políticas de salud mental, encuentran que en este último, que:

a).- Los hechos objetivos no necesariamente son la única e indispensable base para la toma de decisiones.
b).- La verificación o validación de una teoría no necesariamente se logra mediante métodos cuantitativos.
c).- La verdad científica no es eterna, sino que se encuentra ligada a detalles históricos y de contexto, y,
d).- Los valores y creencias están presentes, tanto en el proceso de toma de decisiones como en otros aspectos del proceso científico en general.

Los Niveles de Intervención:
Partiendo de la idea de Reiff (citado en Rappaport, 1977) de que el orden social de una sociedad está dado por una serie de niveles de organización que se van progresivamente complejizando, Seidman y Rappaport (en Rappaport, 1977), presentan un esquema metodológico-conceptual que resulta útil para tomaren cuenta el nivel variable de intervención. Se propone que cada nivel puede representar un foco para la intervención y evaluación de programas. Las intervenciones en un nivel pueden tener efectos sobre estos niveles, que por cierto se añade un nivel más, el de pareja y familia entre los dos primeros:

1.- Nivel individual
2.- Nivel de pareja y familia,
3.- Nivel grupal,
4.- Nivel organizacional,
5.- Nivel institucional,
6.- Nivel comunitario y
7.- Nivel social.

Vamos a dejarlo hasta aquí, porque el tema es bastante extenso y muy generoso, pero si a nuestros amigos lectores les interesa el capítulo completo, incluye: Necesidades sociales, métodos tradicionales, revisión y ampliación de estos métodos y sus fases de aplicación, y por último también se desglosa detalladamente todo lo referente a la Taxonomía de las necesidades sociales.

Como puede observarse, se trata de un trabajo bastante completo, y muy sencillo de entender, sin embargo el tiempo se nos acota y no podemos extendernos demasiado, pero, -repito- esta información está completa y a disposición de nuestros amables lectores, en versión de word y en en power point, sólo tienen que escribirnos a: doralorama@gmail.com y con mucho gusto enviaremos a su correo personal dicha información.

Con mis respetos,
Doral.

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