sábado, 23 de julio de 2011

Notas sobre los Requisitos Personales y Profesionales de un Psicoterapeuta.

Notas sobre los Requisitos Personales y
Profesionales de un Psicoterapeuta.
(Autor: Dra. . Frieda Fromm-Reichmann)


El psiquiatra medio que ha adquirido algún conocimiento de los principios de la psicoterapia intensiva, ha estudiado principalmente el proceso psicoterapéutico y los problemas relativos a la personalidad del paciente. A menos que haya pasado por un adiestramiento psicoanalítico, no ha prestado mucha atención a la investigación de su personalidad. A menos que el psicoterapeuta tenga una plena conciencia de sus propios procesos interpersonales, de modo de poder controlarlos, en beneficio del paciente, en su mutuo trabajo interpersonal terapéutico, no puede darse una psicoterapia satisfactoria.

Es un mérito inmortal del Dr. Sigmund Freud, el que fuera el primero en comprender y describir el proceso psicoterapéutico en términos de una experiencia interpersonal entre el paciente y el psiquiatra, y que fuera el primero en llamar la atención sobre la personalidad del psicoterapeuta y en estudiarla, así como a la del paciente y a sus relaciones mutuas.

Sólo los psicoterapeutas que han practicado la psicoterapia antes y después de familiarizarse con los conceptos de Freud podrán darse cuenta, con angustia, de que algo sucedía en las relaciones de los pacientes conmigo, y en las mías con ellos, que interfería con el proceso psicoterapéutico. Pero no podía aprehenderlo, definirlo ni investigarlo, ¡Qué alivio significó llegar a conocer los instrumentos que ofreció Freud para la investigación de la relación entre paciente y médico!.

Antes esos descubrimientos, los psiquiatras habían estado en la oscuridad, tanto en detrimento de sus pacientes como en perjuicio de su autoestima profesional.

La deuda de gratitud hacia Freud, por su descubrimiento de la necesidad de estudiar la relación entre médico y paciente, tanto respecto a la parte que le toca al paciente como al médico, sigue en pie, a pesar del hecho de que posteriormente Freud y sus discípulos anularon parte de sus implicaciones de gran alcance. Como sabemos Freud enseñó que todas nuestras relaciones con otras personas, incluyendo la relación entre el enfermo mental y su médico, siguen la pauta de nuestras primeras relaciones con las personas importantes de nuestro contorno en la infancia y la niñez.

Se tiene que entender a nuestras ulteriores dificultades interpersonales en término de estos tempranos lazos interpersonales. Se debe investigar y comprender para los fines terapéuticos, en particular, a las vicisitudes de las experiencias del paciente con el médico. Puesto que ellas son transferidas de la dificultades no resueltas de las relaciones interpersonales con las personas importantes en la vida temprana del paciente, son experiencias de “transferencias”.

Las experiencias de contra-transferencia, a su vez, puesto que pueden surgir y estorbar el proceso psicoterapéutico, deben ser investigadas, comprendidas y si es posible, eliminadas, en términos de su transferencia a partir de las primeras experiencias interpersonales del médico con las personas importantes de su infancia y su niñez.

Es verdad que las pautas de nuestras posteriores relaciones interpersonales se constituyen al principio de nuestra vida, son repetidas en nuestra vida ulterior, y pudren ser comprendidas a través de su repetición con la gente en general y en particular a través de los aspectos mutuos de la relación entre médico y paciente.

Sin embargo, existe el peligro de llevar demasiado lejos este concepto. En la etapa actual del desarrollo de la psiquiatría psicoanalítica dinámica, creemos todavía que no es sólo útil sino indispensable para el éxito psicoterapéutico estudiar las relaciones entre médico y paciente en términos de sus características repetidas.

Pero percibimos claramente que no se debería hacer tal cosa hasta el punto de descuidar el examen de la realidad de la experiencia presente entre terapeuta y paciente, en sí misma. Este punto de vista está también implícito en las doctrinas originales de Freud. Pero su teoría de la transferencia dio ocasión para que se explicara a la ligera las experiencias reales entre terapeuta y paciente en el aquí y ahora.

En la práctica, esto involucró a veces el peligro de inducir a los terapeutas a descuidar la significación de las vicisitudes de la relación presente entre médico y paciente, a favor de sus aspectos transferenciales.

Hay otro punto en que los conceptos de la psicoterapia psicoanalítica que esbozamos aquí se alejan de las concepciones originales de Freud acerca de la “transferencia”. Este desacuerdo deriva del hecho de que nuestro pensamiento no coincide con la doctrina freudiana de la ubicuidad del complejo de Edipo, el apego (sexual) positivo al padre del sexo opuesto, con la concomitante aversión competitiva hacia el padre el mismo sexo.

En consecuencia, no tratamos de entender, en una conclusión preconcebida, a las dificultades de los terapeutas en sus relaciones con los pacientes y viceversa, como repeticiones de sus constelaciones edípicas no resueltas.

Harry Snack Sullivan ha introducido el término “parataxis” en lugar de “transferencia” y “contra-transferencia”. Las experiencias interpersonales paratáxicas son deformaciones de las relaciones interpersonales actuales de la gente. Están condicionadas por traslados de las anteriores experiencias interpersonales de un individuo, dominantes desde la infancia y la niñez, pero no siempre ni necesariamente a partir de complicaciones con sus padres.

Esto en cuanto a los conceptos de transferencia y contra-transferencia y parataxis, a propósito de la comprensión de los procesos interpersonales del psicoterapeuta. De esta explicación se sigue que los proceso interpersonales del psicoterapeuta, como persona privada y como profesional, deben ser investigados y apreciados tanto respecto a la posibilidad de que estén deformados como experiencias de “contra-transferencia”, “paratáxicas”, como respecto a la situación interpersonal actual, esta es una razón para exigir un psicoanálisis personal como parte del adiestramiento para practicar psicoterapia intensiva.

Nos gustaría mucho compartir contigo el capítulo completo (en versión Word), interesantísimo y generoso tema que seguramente aportará beneficios enormes al futuro psicoterapeuta. Escríbenos y te enviaremos a vuelta de correo esta información.



Con mis respetos,
Doral.

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